Carta anual del CEO de BlackRock: Bitcoin podría desafiar el estatus del dólar, la tokenización podría convertirse en la tendencia financiera del futuro

Recientemente, Larry Fink, CEO de la reconocida empresa de gestión de activos BlackRock, publicó una carta anual a los inversores de 27 páginas. En la carta, Fink advirtió raramente que si Estados Unidos no puede controlar la creciente deuda y el déficit fiscal, la posición del dólar como "moneda de reserva global" podría finalmente ceder ante activos digitales emergentes como el Bitcoin.

Bitcoin o la influencia en el estatus de moneda de reserva del dólar

Fink planteó una pregunta reflexiva en su informe: "¿Afectará Bitcoin la posición del dólar como moneda de reserva?"

Él señaló que Estados Unidos ha beneficiado durante mucho tiempo de la posición del dólar como moneda de reserva global, pero esta ventaja no es permanente. Desde 1989, la deuda pública de Estados Unidos ha crecido a tres veces la velocidad del PIB. Este año, solo los gastos por intereses superarán los 952 mil millones de dólares, más que el gasto en defensa. Para 2030, el gasto gubernamental obligatorio y el servicio de la deuda consumirán todos los ingresos federales, creando un déficit a largo plazo.

Al señalar los riesgos de las finanzas tradicionales, Fink también dejó claro que no se opone al desarrollo de los activos digitales. Él considera que las finanzas descentralizadas son una innovación excepcional que hace que el mercado sea más rápido, de bajo costo y transparente. Sin embargo, es precisamente esta innovación la que podría debilitar la ventaja económica de Estados Unidos, si los inversores comienzan a considerar que Bitcoin es más seguro que el dólar.

Al revisar el rendimiento, Fink señaló que el ETF de Bitcoin lanzado por BlackRock en EE. UU. se convirtió en el producto cotizado en bolsa de mayor tamaño en la historia, alcanzando más de 50 mil millones de dólares en activos bajo gestión en menos de un año. IBIT ocupa el tercer lugar en atractivo de activos dentro de toda la industria de ETF, solo detrás de los fondos del índice S&P 500. Más de la mitad de la demanda proviene de inversores minoristas, y tres cuartas partes provienen de inversores que no habían poseído productos de iShares anteriormente. Este año, BlackRock ha expandido su producto de Bitcoin a productos cotizados en bolsa (ETP) en Canadá y Europa.

Fink también mencionó que los ETF no solo han tenido un gran éxito en Estados Unidos, sino que también se están convirtiendo en una herramienta clave para impulsar el desarrollo de la cultura de inversión en Europa. Actualmente, solo un tercio de los inversores individuales europeos participan en inversiones en los mercados de capital, muy por debajo del 60% en Estados Unidos. Para aumentar este porcentaje, BlackRock está colaborando con varias instituciones establecidas y plataformas emergentes en Europa para reducir las barreras de inversión y mejorar la educación financiera local.

Confío en RWA y creo que la tokenización es la "autopista" del futuro financiero.

Desde los ETF hasta la actual tecnología criptográfica popular, Fink considera que la tokenización se está convirtiendo en una fuerza clave para remodelar la infraestructura financiera.

Él señaló que la circulación de fondos a nivel global todavía depende de los "canales financieros" tradicionales. Tomando como ejemplo a la Asociación Internacional de Telecomunicaciones Financieras (SWIFT), que respalda transacciones globales por valor de miles de millones de dólares cada día, su funcionamiento se asemeja más a una carrera de relevos: los bancos transmiten instrucciones uno tras otro, verificando cuidadosamente los detalles en cada paso. Este sistema fue razonable en el pasado, pero la eficiencia actual ya no satisface las necesidades financieras globalizadas y digitalizadas.

Fink cree que la aparición de la tokenización cambiará por completo esta situación ineficiente. Si SWIFT es el servicio postal, la tokenización es el correo electrónico en sí: los activos pueden circular directamente y en tiempo real, evitando todos los intermediarios.

Él describió más a fondo cómo la tokenización transforma profundamente el ecosistema financiero. La tokenización convierte los activos del mundo real (como acciones, bonos, bienes raíces) en tokens digitales que se pueden negociar en línea. Cada token representa la propiedad de un activo específico, almacenado de manera segura en la blockchain, lo que hace que la compra, venta y transferencia sean instantáneas, sin la necesidad de documentos engorrosos y tiempos de espera.

Fink afirmó que la tokenización hará que la inversión sea más "democrática". Permite la democratización del acceso, permite la tenencia fragmentada de activos y reduce las barreras de participación. Al mismo tiempo, la tokenización también puede lograr la democratización del voto de los accionistas y de los beneficios, brindando a más personas la oportunidad de entrar en áreas de alta rentabilidad.

Sin embargo, Fink también señaló con franqueza que la tokenización enfrenta el desafío tecnológico y regulatorio clave de la verificación de identidad. Él cree que en el futuro los fondos tokenizados se convertirán en una asignación cotidiana para los inversores, al igual que los ETF, pero esto depende de resolver este problema.

En esta carta anual, Fink también revisó el desarrollo histórico de los mercados de capitales, enfatizando la importancia de ampliar las oportunidades de inversión, especialmente para permitir que los pequeños y medianos inversores participen en clases de activos que antes estaban abiertas solo a las personas adineradas.

A pesar de reconocer la ansiedad económica generalizada en la actualidad, Fink aún intenta tranquilizar a los inversores, afirmando que este tipo de períodos no son nuevos y que confía en la resiliencia humana y en el poder de los mercados de capital, la economía eventualmente se recuperará y se estabilizará.

En general, esta carta anual a los inversores no solo advierte sobre los riesgos de la posición del dólar como reserva global, sino que también es una predicción sobre el futuro financiero. Desde la tokenización que reconstruye los mercados de capital, hasta los avances necesarios en los sistemas de identidad digital, Fink revela las deficiencias del sistema actual, al mismo tiempo que señala las nuevas direcciones que podrían surgir de la innovación tecnológica y institucional.